sexta-feira, 18 de abril de 2014

La Guerra Civil Española


















La Guerra más grande, cruel y destructiva de la historia de España, una guerra que acabría con la vida de más de 500.000 personas de todo tipo de clase y condición, una pelea muchas veces librada entre conocidos, amigos o incluso miembros de una misma familia un conflicto civil que además constituía la antesala de una Segunda Guerra Mundial que ya parecía inevitable en Europa.

La Guerra Civil Española fue un conflicto social, político y militar —que más tarde repercutiría también en un conflicto económico — que se desencadenó en España tras el fracaso parcial del golpe de Estado del 17 y 18 de julio de 1936 llevado a cabo por una parte del ejército contra el gobierno de la Segunda República Española
Tras el bloqueo del Estrecho y el posterior puente aéreo que, gracias a la rápida colaboración de Alemania e Italia, trasladó las tropas rebeldes a la península en las últimas semanas de julio, comenzó una guerra civil que concluiría el 1 de abril de 1939 con el último parte de guerra firmado por Francisco Franco, declarando su victoria y estableciendo una dictadura que duraría hasta su muerte en 1975.
La guerra tuvo múltiples facetas, pues incluyó lucha de clases, guerra de religión, enfrentamiento de nacionalismos opuestos, lucha entre dictadura militar y democracia republicana, entre revolución contrarrevolución, entre fascismo y comunismo.

A las partes del conflicto se las suele denominar bando republicano y bando sublevado:
  • El bando republicano estuvo constituido en torno al gobierno de España elegido democráticamente, formado por el Frente Popular, que a su vez se componía de una coalición de partidos republicanos — Izquierda Republicana y Unión Republicana— con el Partido Socialista Obrero Español, a la que se habían sumado los marxistas leninistas del Partido Comunista de España y el POUM, el Partido Sindicalista de origen anarquista y en Cataluña los nacionalistas de izquierda encabezados por Esquerra Republicana de Catalunya. Era apoyado por el movimiento obrero y los sindicatos UGT y CNT, aunque ellos lo que perseguían era realizar la revolución social. También se había decantado por el bando republicano el Partido Nacionalista Vasco, cuando las Cortes republicanas estaban a punto de aprobar el Estatuto de Autonomía para el País Vasco.
  • El bando sublevado, que se llamó a sí mismo bando nacional, estuvo organizado en torno a parte del alto mando militar, institucionalizado inicialmente en la Junta de Defensa Nacional sustituida por el nombramiento del general Franco como Generalísimo y Jefe del Gobierno del Estado. Políticamente, estuvo integrado por la fascista Falange Española, los carlistas, los monárquicos alfonsinos de Renovación Española y gran parte de los votantes de la CEDA, la Liga Regionalista y otros grupos conservadores. Socialmente fue apoyado por aquellas clases a las que la victoria en las urnas del Frente Popular les hizo sentir que peligraba su posición; por la Iglesia Católica, acosada por la persecución religiosa desatada por parte de la izquierda nada más estallar el conflicto; por pequeños propietarios temerosos de una «revolución del proletariado» y también por muchas personas de clase baja de firmes convicciones religiosas.

Ambos bandos cometieron y se acusaron recíprocamente de la comisión de graves crímenes en el frente y en las retaguardias, como sacas de presos, desapariciones de personas o tribunales extrajudiciales. 
La dictadura de Franco investigó y condenó severamente los hechos delictivos cometidos en la zona republicana, llegando incluso a instruir una Causa General, todo ello con escasas garantías procesales. Por su parte, los delitos de los vencedores nunca fueron investigados ni enjuiciados, aunque algunos historiadores  y juristas sostienen que hubo un genocidio en el que, además de subvertir el orden institucional, se habría intentado exterminar a la oposición política.
Las consecuencias de la Guerra civil han marcado en gran medida la historia posterior de España, por lo excepcionalmente dramáticas y duraderas: tanto las demográficas (aumento de la mortalidad y descenso de la natalidad que marcaron la pirámide de población durante generaciones) como las materiales (destrucción de las ciudades, la estructura económica, el patrimonio artístico), intelectuales (fin de la denominada Edad de Plata de las letras y ciencias españolas) y políticas (la represión en la retaguardia de ambas zonas —mantenida por los vencedores con mayor o menor intensidad durante todo el franquismo— y el exilio republicano), y que se perpetuaron mucho más allá de la prolongada posguerra, incluyendo la excepcionalidad geopolítica del mantenimiento del régimen de Franco hasta 1975.

Guerra Civil Española
Fecha: 17 Julio, 1936 - 1 Abril,1939
Lugar: España y Norte de África.
Resultado: Victoria sublevada
Clave: Apoyo internacional y recursos militares más modernos.










































La dimensión internacional del conflicto y la intervención extranjera

La "guerra de España" (como la llamó la prensa internacional) tuvo una repercusión inmediata en las complicadas relaciones internacionales de la segunda mitad de la década de los años treinta. 

En Europa existía una pugna política, diplomática, ideológica y estratégica a tres bandas entre las potencias democráticas, Gran Bretaña y Francia; las potencias fascistas, la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini; y la Unión Soviética de Stalin; y el "asunto español" fue enfocado por cada Estado europeo desde sus intereses concretos.

Los regímenes fascistas europeos (Alemania e Italia) y el Portugal salazarista apoyaron desde el principio a los militares sublevados, mientras que la República, tras negarle su ayuda Francia y Gran Bretaña que optaron por la política de "No Intervención", obtuvo el apoyo de la URSS y de las Brigadas Internacionales a partir de octubre de 1936 (también recibió el apoyo casi simbólico de México). 
Este apoyo internacional a los dos bandos fue vital para combatir y continuar la guerra en los primeros meses. 
La ayuda italo-germana permitió a los militares sublevados trasladar el Ejército de África a la Península a finales de julio de 1936 y la ayuda soviética contribuyó de modo decisivo a la defensa republicana de Madrid en noviembre de 1936".
Hay un aspecto humanitario de la dimensión internacional de la guerra civil que no hay que olvidar: que la mayoría de las embajadas y legaciones extranjeras de Madrid y algunos consulados de capitales de provincia dieron asilo político a miles de españoles de ambos bandos que se encontraban en peligro de muerte.

La política de "no intervención" de Gran Bretaña y Francia

Gran Bretaña y Francia veían que la "guerra de España" podía complicar aún más el difícil juego estratégico que se desarrollaba a escala europea. Por ello, la primera orientación de la diplomacia de esas potencias fue la de procurar el aislamiento del conflicto español. 

A esa estrategia se debió la política sobre la "No-Intervención" al que se sumaron 27 países de Europa y que dio nacimiento al Comité de No Intervención con sede en Londres.

La "no intervención" estuvo determinada por la política británica de "apaciguamiento" (appeasement policy) de la Alemania nazi, a la que se vio arrastrado el gobierno del "Frente Popular" de Francia, que sólo contaba con los británicos ante una posible agresión alemana. 
Además las simpatías del gobierno conservador británico se fueron decantando hacia el bando sublevado, ante en el temor de que España cayera "en el caos de alguna forma de bolchevismo" (en palabras del cónsul británico en Barcelona) si ganaba la guerra el bando republicano.
La idea partió del gobierno francés consciente de que ya que no podían ayudar a la República (porque ello supondría abrir un gran conflicto interno en la sociedad francesa y además enturbiaría las relaciones con su aliado "vital", Gran Bretaña), al menos podrían impedir la ayuda a los sublevados. 
El gobierno británico se sumó enseguida al proyecto, aunque el mismo "ponía en el mismo plano a un Gobierno legal y a un grupo de militares rebeldes".
Pero en la práctica la política de "no intervención" se convirtió en una "farsa", como la calificaron algunos contemporáneos, porque Alemania, Italia y Portugal no suspendieron en absoluto sus envíos de armas y municiones a los sublevados. 
La República, que a partir de octubre de 1936 comenzó a recibir la ayuda soviética, denunció ante la Sociedad de Naciones la intervención de las potencias fascistas en favor de los sublevados, aunque éstas nunca fueron amonestadas.

La intervención extranjera en favor de los sublevados


Ante el fracaso del golpe de estado de julio de 1936 (en cuanto a la toma inmediata del poder), los militares sublevados obtuvieron ayuda rápidamente de la Italia fascista y de la Alemania nazi. Las ayudas en hombres al bando sublevado se materializaron en la Legión Cóndor alemana (unos 6.000 hombres) y el Corpo di Truppe Volontarie italiano (un máximo de 40.000), más un contingente de combatientes portugueses denominados Viriatos. 

Para que no hubiera duda de su compromiso con la causa del bando sublevado, el 18 de noviembre de 1936 (en plena batalla de Madrid), Italia y Alemania reconocieron oficialmente al "Generalísimo" Franco y a su Junta Técnica del Estado como el gobierno legítimo de España. 

En cuanto a armamento, según Julio Aróstegui, los sublevados recibieron de Italia y de Alemania 1359 aviones, 260 carros de combate, 1730 cañones, fusiles, y municiones para todo ello.

Los combatientes alemanes, italianos y portugueses eran soldados regulares a los que se les proporcionaba una paga en su país de origen, aunque la propaganda de los sublevados siempre los presentó como "voluntarios". 

Los voluntarios genuinos fueron unos mil o mil quinientos hombres, entre los que destacaron la Brigada Irlandesa del general Eoin O'Duffy, integrada por unos 500 efectivos que habían venido a combatir a España para "librar la batalla de la cristiandad contra el comunismo" (aunque sólo participaron en la batalla del Jarama y unos meses después volvieron a Irlanda), y unos 300 franceses de la ultraderechista Croix de Feu que constituyeron el batallón Jeanne d'Arc. 

También hay que contar entre los extranjeros que participaron en el bando sublevado a los miles de marroquíes del Protectorado español de Marruecos que fueron enrolados de forma intensiva en las tropas de Regulares del Ejército de África a cambio de una paga.
La razón principal de la ayuda de la Alemania nazi a Franco fue que Hitler consideró que en la "inevitable" guerra europea que iba a estallar en los próximos años sería mejor contar en España con un gobierno favorable encabezado por militares anticomunistas que por uno republicano que reforzaría sus vínculos con Francia (y con su aliada Gran Bretaña) y con la Unión Soviética. 

En la decisión de Hitler también contaron otros dos factores, uno ideológico (según la propaganda nazi la guerra de España era una confrontación entre "fascistas" y "marxistas", responsabilizando a la Unión Soviética y al "comunismo internacional" de haberla causado) y otro militar (experimentar nuevas armas y nuevas tácticas, lo que se concretó en el despliegue en la zona sublevada de una unidad aérea completa, apoyada por tanques y cañones antiaéreos, denominada la "Legión Cóndor"). 
Se probaron los cazas Messerschmitt Bf 109 y Junkers Ju 87 A/B y los bombarderos Junkers Ju 52 y Heinkel He 111. Asimismo estrenó en España sus tácticas de bombardeo sobre ciudades. 
Aunque no fue el único, el más famoso fue el bombardeo de Guernica representado por Picasso en su cuadro Guernica, expuesto en el pabellón español de la Exposición Universal de París de 1937.

Avance de tanquetas italianas del CTV durante la batalla de Guadalajara.
La razón principal de la ayuda de la Italia fascista era ganar un aliado para el proyecto de Mussolini de construir un imperio en el Mediterráneo, y de esa forma debilitar la posición militar de Francia y de Gran Bretaña. También como los nazis utilizó el anticomunismo en su propaganda para justificar la intervención en la guerra civil española.
Aunque menos aireada, la ayuda a los sublevados por parte de la dictadura de Oliveira Salazar de Portugal también fue importante, sobre todo en los primeros meses de la guerra porque dejó que los militares rebeldes utilizaran sus carreteras, ferrocarriles y puertos para comunicar la zona norte con Andalucía, y además devolvió a la zona sublevada a los republicanos que huían de la represión. Después Portugal constituyó una base de operaciones para la compra de armas y además fue un firme aliado de los sublevados en la "farsa" de la "no intervención", a quienes siempre defendió ante el Comité de No Intervención y en la Sociedad de Naciones.

La intervención extranjera en favor de la República
El dictador de la Unión Soviética, Stalin, respondió positivamente a la petición de ayuda formulada por el gobierno republicano no inmediatamente sino cuando se convenció de que si la República española era derrotada aumentaría el poder de las potencias fascistas
en Europa lo que supondría una amenaza para la Unión Soviética (igual que para Francia, una posible aliada). Así fue como en septiembre de 1936 Stalin decidió enviar material bélico a la República española y ordenó además a la III Internacional o Komintern que organizara el envío de voluntarios, que formarían las Brigadas Internacionales.
Por las Brigadas pasaron un total aproximado de 40.000 hombres y el material de guerra soviético que la República recibió, cuyos primeros envíos llegaron al puerto de Cartagena a principios de octubre de 1936, fueron 1100 aviones, 300 carros de combate y 1500 cañones (a los que habría que añadir algunas pequeñas partidas francesas, de artillería y aviones, y fusiles y munición mexicanos). Otros autores precisan más las cifras y afirman que la URSS envió 680 aviones (cazas Chato y Mosca y bombarderos "Katiuska"), 331 carros de combate, 1.699 piezas de artillería, 60 coches blindados, 450.000 fusiles Mosin-Nagant, 20.486 ametralladoras y ametralladoras ligeras DP y 30.000 toneladas de munición.
Este material de guerra fue acompañado de unos 2.000 técnicos, pilotos y asesores militares (y también agentes del NKVD, la policía secreta estalinista, bajo el mando de Alexander Orlov). Asimismo envió combustible, ropa y alimentos, parte de ellos sufragados con donaciones populares. Los soviéticos, como los alemanes y los italianos, probaron armas y tácticas de combate.


Bandera de las Brigadas Internacionales.
Del reclutamiento y de los aspectos organizativos de las Brigadas Internacionales se encargaron dirigentes del Partido Comunista Francés, encabezados por André Marty, y el centro de reclutamiento se estableció en París. La inmensa mayoría de los que se alistaron fueron verdaderamente "voluntarios de la libertad" (como decía la propaganda republicana) llegados desde los países dominados por dictaduras y por el fascismo, como Alemania, Italia o Polonia, pero también de los países democráticos como Francia (que aportó el mayor número de brigadistas, unos 9.000), Gran Bretaña y Estados Unidos (con el famoso batallón Lincoln). 
Por tanto las Brigadas Internacionales no fuern el "Ejército de la Komintern" como aseguraba la propaganda del bando sublevado, instrumento de la política de Stalin. 
El centro de entrenamiento en España se situó en Albacete y allí se organizaron las cinco brigadas numeradas de la XI a la XV, cuya entrada en combate se produjo en labatalla de Madrid.
México apoyó la causa republicana de forma militar, diplomática y moral: proveyendo a las fuerzas leales de 20.000 rifles, municiones (se habla de un aproximado de 28 millones de cartuchos), 8 baterías, algunos aviones y comida, así como creando asilos para cerca de 25.000 españoles republicanos, dando protección, techo, alimentación y comida a miles de intelectuales, familias y niños que llegaron al puerto de Veracruz. 
Argentina cooperó en la evacuación de asilados hacia Francia con dos buques de la Armada Argentina, el ARA 25 de Mayo y el ARA Tucumán.

Consecuencias Económicas
El pago del gasto de la guerra por ambos bandos fue muy elevado.
El haber usado el gobierno republicano las reservas de oro para comprar armamento acabó con las reservas monetarias de la zona republicana. 
El bando sublevado tuvo que abonar mucho dinero tras finalizar el conflicto, en gran parte dejando que Alemania explotara las reservas mineras de la península y del África Española del momento, por lo que hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial casi no tuvieron posibilidad alguna de obtener ingresos. 
España había quedado devastada en algunas zonas, con pueblos totalmente asolados. La economía española tardaría décadas en recuperarse.

Relaciones internacionales

Las repercusiones políticas y emocionales de la guerra trascendieron de lo que es un conflicto nacional, ya que, por muchos otros países, la Guerra Civil española fue vista como parte de un conflicto internacional que se libraba entre la religión y el ateísmo, la revolución y el fascismo. 

Para la URSS, Alemania e Italia, España fue terreno de prueba de nuevos métodos de guerra aérea y de carros de combate. 

Para Gran Bretaña y Francia, el conflicto representó una nueva amenaza al equilibrio internacional que trataban dificultosamente de preservar, el cual se derrumbó en 1939 (pocos meses después del fin de la guerra española) con la Segunda Guerra Mundial

El pacto de Alemania con la Unión Soviética supuso el fin del interés de ésta en mantener su presión revolucionaria en el sur de Europa.

En cuanto a la política exterior, la GCE supuso el aislamiento de España y la retirada de embajadores de casi todo el mundo. Sólo unos pocos países mantuvieron relaciones diplomáticas con España desde el final de la II Guerra Mundial hasta el inicio de la Guerra Fría. 
A partir de los años 50, las relaciones internacionales españolas, con el apoyo de EE.UU, pasan a ser casi normales, salvo con los países del Bloque Soviético.


2 comentários:

  1. La Guerra más grande, cruel y destructiva de la historia de España, una guerra que acabría con la vida de más de 500.000 personas de todo tipo de clase y condición. https://consejoscomunales.net/imperio-inca-o-tahuantinsuyo/

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  2. e Inasequible Aldesaliento sobre la competencia o incompetencia militar de Franco le han llevado a elaborar un nuevo texto; texto en el que reflexiona sobre el hecho de que un penalty no marcado es siempre la combinación de dos efectos: por un lado, el portero que lo para; y, por otro, el delantero que lo tira m vikingpressagency.com/las-10-mejores-herramientas-para-gestionar-twitter/

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